Los aditivos alimentarios juegan un papel crucial en la industria alimentaria, pero ¿qué son exactamente y cómo se regula su uso?

Los aditivos alimentarios son una pieza indispensable de la industria alimentaria moderna, y su uso está estrictamente regulado tanto en sus aplicaciones como en la cantidad máxima para cada tipo de alimento.

Los aditivos alimentarios, aunque no son alimentos ni aportan valor nutricional, son esenciales en la composición de los productos para mejorar su calidad. Se añaden como parte de los ingredientes de una receta en pequeñas cantidades durante la fase de producción o de envasado para enriquecer las características sensoriales como el sabor, aroma, y apariencia, satisfaciendo así las demandas de los consumidores, o ampliando la durabilidad de los alimentos, reduciendo el desperdicio y permitiendo a las empresas y consumidores optimizar su tiempo de consumo.

Además, estas sustancias, fruto de innovaciones tecnológicas, juegan un papel imprescindible en la seguridad y calidad alimentaria, reduciendo contaminaciones e infecciones.

¿Qué son los Aditivos Alimentarios?

Los aditivos alimentarios son ingredientes que se añaden intencionadamente a los alimentos para mejorar alguna de sus cualidades, como el sabor, textura, color o vida útil.

Si se añaden durante el proceso de producción o envasado, se emplean con dos objetivos:

  • Modificar las características organolépticas o sensoriales del alimento: Como apariencia y sabor del producto, haciendo más apetecible su olor, sabor, textura y color. En algunos casos impuestos por las exigencias de los consumidores, por ejemplo, piezas de fruta o verdura en perfecto estado, brillantes y sanas, y en otras por los distribuidores para prolongar la vida útil de los alimentos.
  • Aumentar el periodo de conservación: Prolongando así el tiempo para mantener un aspecto fresco, en el caso de los productos no procesados, y aumentando el tiempo de consumo, en procesados. Estos aditivos disminuyen el desperdicio alimentario y reducen los precios de los alimentos en el punto de venta.

Los aditivos alimentarios pueden ser de origen natural o sintético y su inclusión en los productos alimenticios es una práctica común en la industria alimentaria actual, ya que permiten mejorar tecnológicamente los productos.

La amplia gama de aditivos disponibles para uso alimentario abre un gran abanico de opciones en términos de producción, gestión y procesamiento de productos, con claras ventajas competitivas y de innovación para la industria alimentaria.

Tipos de aditivos alimentarios

El número E, que identifica a cada uno de los aditivos alimentarios en las etiquetas de los productos comercializados en la UE, indica que es un aditivo aprobado por la UE.  Para que un aditivo tenga su número E, el Comité Científico deberá  evaluar su seguridad, para qué alimentos lo permite y en qué cantidad.

El sistema de números E es, además, una forma sencilla de informar de su uso en los etiquetados de alimentos en cualquier idioma de la UE.

Los aditivos alimentarios se clasifican según su función en la mejora de los alimentos y se identifican en el etiquetado por un código único, comenzando con “E” seguido de un número, lo que permite a los consumidores y profesionales de la seguridad alimentaria reconocer fácilmente el uso y propósito de cada uno:

  • Colorantes (E-1XX): Mejoran el aspecto visual de los alimentos, haciéndolos más atractivos.
  • Conservantes (E-2XX): Prolongan la vida útil de los alimentos previniendo el deterioro causado por microorganismos.
  • Antioxidantes (E-3XX): Evitan la oxidación de los alimentos, manteniendo su calidad y frescura.
  • Estabilizantes y emulgentes (E-4XX): Mejoran la textura y estabilidad, asegurando que los ingredientes no se separen.
  • Acidulantes (E-5XX): Ajustan la acidez o el pH de los alimentos para influir en su sabor y conservación.
  • Potenciadores del sabor (E-6XX): Refuerzan el sabor propio de los alimentos sin modificar su valor nutricional.
  • Edulcorantes, y varios (E-9XX): Aditivo empleado en algunos alimentos para conseguir mayor dulzor, retocando el sabor habitual del producto, y pudiendo modificar su valor nutricional.

La normativa europea agrupa también los aditivos en función de su uso, o de la cantidad permitida en función del tipo de alimento, tal y como se recoge en el  Reglamento (UE) 1129/2011.

Destacar que las limitaciones más estrictas se centran principalmente en los productos para alimentación infantil, y en los productos frescos.

Regulación de los aditivos alimentarios

A nivel mundial y europeo, la regulación de los aditivos alimentarios es estricta y detallada para garantizar la seguridad de los consumidores.

Regulación a nivel mundial

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) supervisan las normativas a través del Codex Alimentarius, estableciendo estándares internacionales. Para ello cuentan con el Comité Conjunto de Expertos en Aditivos Alimentarios (Joint Expert Committeee on Aditivos alimentarios, JECFA) que trabaja bajo su supervisión.

Regulación en Europa

La Unión Europea cuenta con regulaciones específicas, como el Reglamento (CE) Nº 1333/2008, que detalla el uso de aditivos alimentarios dentro de sus estados miembros, asegurando que todos los aditivos utilizados han sido evaluados y aprobados.

La aprobación y evaluación de la seguridad de los aditivos corre a cargo de la European Food Safety Authority (EFSA) a través de la Comisión Técnica de Aditivos y Aromas Alimentarios (FAF), y su función es relativa a los aditivos alimentarios es:

  • evaluar la seguridad de los nuevos aditivos alimentarios o nuevos usos propuestos de los aditivos alimentarios existentes antes de su autorización para su uso en la UE;
  • reevaluar todos los aditivos alimentarios ya autorizados para su uso en la UE antes del 20 de enero de 2009;
  • responder a las solicitudes ad hoc de la Comisión Europea de revisar determinados aditivos alimentarios a la luz de la nueva información científica o de cambios en las condiciones de uso.

Etiquetado de los aditivos alimentarios

El etiquetado alimentario debe incluir todos los ingredientes, incluidos los aditivos alimentarios para mantener la seguridad alimentaria.

Los aditivos pueden aparecer identificados, de dos formas:

  • a través de su código que empieza por la E, y opcionalmente junto a su nombre común (conservante, edulcorante,…) ,o
  • mediante el nombre literal del aditivo.

Por ejemplo: E 968 (edulcorante) o Eritritol.

Además, los aditivos alimentarios deben incluirse en el diseño e implementación de un sistema de Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (APPCC) permitiendo identificar, evaluar, y controlar los riesgos de seguridad alimentaria que pueda ocasionar su uso en el proceso de producción, almacenamiento o transporte.

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