¿Está tu empresa lista para certificarse en IFS Broker? Evalúa tu punto de partida (II)

La certificación IFS Broker puede abrirte la puerta a nuevos mercados, grandes distribuidores y relaciones comerciales sostenibles. Pero antes de comenzar el proceso, es fundamental preguntarse: ¿está mi empresa preparada?

En este artículo aprenderás a identificar si tu organización cumple con las condiciones necesarias para iniciar una certificación IFS Broker exitosa. Te guiaremos a través de una autoevaluación clara, sin tecnicismos innecesarios, con ejemplos y errores comunes para que sepas exactamente en qué punto estás.

1. ¿Por qué es importante evaluar la preparación antes de iniciar una certificación?

Comenzar una certificación sin tener una base sólida es uno de los errores más comunes y costosos. No solo por el tiempo y el dinero invertido, sino porque una auditoría fallida puede afectar la imagen de tu empresa frente a clientes clave, y también supone un retraso o pérdida de tus operaciones comerciales, cuando la certificación es una exigencia de tus clientes.

Por eso, antes de contactar con una entidad certificadora, conviene realizar una evaluación interna o diagnóstico previo, a la que llamamos Auditoría Interna. Esta etapa permite detectar brechas en el sistema, establecer prioridades y construir una estrategia realista para cumplir con los requisitos de la norma.

2. Tipos de empresas que suelen certificarse en IFS Broker: ¿encaja tu perfil?

En el primer artículo de esta serie explicamos a qué empresas aplica la norma IFS Broker. Aquí vamos un paso más allá. Vamos a ayudarte a identificar si tu empresa realmente encaja con el perfil de certificación, o si tal vez deberías considerar otra norma del sistema IFS.

IFS Broker está dirigida a empresas que:

• No tienen posesión física del producto (ni lo almacenan, ni lo transportan, ni lo procesan). Pueden almacenar el producto en almacén externo subcontratado.
• Actúan como intermediarios comerciales entre proveedores y clientes.
• Comercializan productos de alimentación, cuidado personal, hogar o materiales de envasado.

Ejemplos típicos:

Situaciones para identificar cuál es tu norma:

• Si desarrollas producto (branding, fórmula) pero no fabricas ni almacenas → Sí aplica IFS Broker.
• Si subcontratas la logística → Sí aplica IFS Broker, siempre que no intervengas directamente en la gestión física.
• Si vendes bajo tu marca propia pero no tocas el producto → También aplica IFS Broker, y puedes incluir la marca en el alcance de certificación.

3. Requisitos básicos que debe cumplir una empresa antes de certificar IFS Broker

La norma no exige tener un sistema complejo desde el primer día, pero sí una base organizativa clara. Estos son los aspectos esenciales que tu empresa debe tener al menos iniciados para iniciar el proceso de certificación:

Elementos mínimos:

• Gestión documental básica: políticas, procedimientos y registros organizados.
• Sistema de trazabilidad: aunque no tengas almacén, debes poder rastrear origen y destino del producto en todo momento. Hay que rastrear la trazabilidad hacia atrás (proveedores) y hacia adelante (clientes).
• Evaluación de proveedores: criterios para seleccionarlos, registrarlos y evaluarlos.
• Especificaciones de producto: técnicas o comerciales, acordadas con cliente y proveedor.
• Cumplimiento legal: conocer los requisitos del país de origen y destino del producto.

4. Errores comunes que impiden avanzar en la certificación IFS Broker

Muchas empresas se acercan a la certificación con buena intención, pero sin información suficiente. Aquí algunos errores típicos que puedes evitar desde el inicio:

1. Creer que no tener almacén te exime de responsabilidades
   IFS Broker exige trazabilidad, control de proveedores y defensa del producto, en todas las etapas del servicio de Broker, incluido el almacén externo.
2. No contar con documentación mínima
   Trazabilidad ascendente y descendente. Sin registros, políticas y procedimientos no es posible auditar ni certificar ningún sistema.
3. Pensar que solo aplica a alimentos
   IFS Broker también cubre productos del hogar, cuidado personal y materiales de envasado.
4. No implicar a la dirección
   Uno de los requisitos KO de la norma es el compromiso de la alta dirección. Si no se demuestra, la certificación no es posible.
5. Intentar adaptar sistemas de otras normas sin criterio
   Cada norma tiene sus especificidades. Intentar usar IFS Food como referencia cuando no aplica puede llevar a errores estructurales.

5. Checklist de autoevaluación: ¿estás preparado?

A continuación, te presentamos una lista práctica para que evalúes el punto de partida de tu empresa. Puedes usar tres respuestas:  Sí / Parcial /  No

Si tienes más de 3 respuestas “No”, necesitas trabajar en la base antes de certificarte.

6. ¿Qué hacer si tu empresa aún no está lista? Plan de acción recomendado

Si tras revisar los requisitos ves que tu empresa aún no está preparada, no te preocupes: muchas organizaciones comienzan desde cero y logran certificarse en pocos meses. Lo importante es trazar una hoja de ruta clara y adaptada a tu realidad.

Sugerencia de plan de acción:

1. Realizar un diagnóstico técnico (gap analysis) con acompañamiento profesional.
2. Diseñar los documentos clave: políticas, procedimientos, registros.
3. Formar al equipo interno en los fundamentos de IFS Broker.
4. Implantar los controles mínimos: trazabilidad, gestión de proveedores, acciones correctivas.
5. Simular una auditoría para corregir debilidades antes de la oficial.

En CONSAEM trabajamos con un enfoque paso a paso, adaptado a la estructura y recursos de cada cliente. La clave está en priorizar lo esencial sin burocratizar.

7. Ejemplos reales: empresas que evaluaron su preparación antes de certificar

Caso 1: Importador de conservas vegetales

Una empresa en proceso de expansión internacional se planteó certificar IFS Food, pero tras revisar su operativa descubrimos que no almacenaban ni procesaban. Se redirigió la estrategia a IFS Broker, logrando certificarse en 5 meses.

Caso 2: Agente comercial de productos cosméticos

Representaba a marcas de terceros en el canal retail. Al no tener posesión del producto ni almacenarlo, aplicaba IFS Broker. El mayor desafío fue documentar la trazabilidad y establecer criterios de evaluación de fabricantes.

Caso 3: Trader de envases alimentarios

Compraba en Asia y vendía en Europa sin manipular el producto. Desconocía que IFS Broker era aplicable a materiales de envasado. La certificación le permitió acceder a marcas blancas de supermercados europeos.

8. La auditoría interna inicial, tu mejor inversión antes de empezar

La certificación IFS Broker no es solo una exigencia del mercado, sino una oportunidad para profesionalizar tu empresa, estructurar tu gestión y acceder a nuevos clientes.

Pero para hacerlo bien, el primer paso es claro: evaluar si estás realmente preparado.

En CONSAEM te ayudamos a identificar tus fortalezas y áreas de mejora, y a diseñar un plan realista hacia la certificación.